Monitorización ambulatoria de la presión arterial y riesgo cardiovascular: Un estudio de base poblacional.

Publicado:

Pedro Armario 01/01/2006

Resumen:

Se trata de un estudio llevado a cabo en Dinamarca, en una muestra aleatoria de 1700 varones y mujeres de 41 a 72 años de edad, libres de enfermedad cardiovascular. A nivel basal se hizo un registro de la PA ambulatoria, PA clínica y otros factores de riesgo. Como punto final se consideró una combinación de mortalidad cardiovascular, enfermedad coronaria, e ictus.
Después de un seguimiento medio de 9,5 años, se registraron 156 puntos finales. En los modelos multivariantes, el riesgo relativo (con su intervalo de confianza del 95%) asociado con un incremento de la PA ambulatoria de 10/5 mm Hg para la sistólica y diastólica respectivamente fue de 1,35 (IC95% 1,21-1,50) y 1,27 (1,16-1,39). Los datos correspondientes para dichos incrementos de la PA clínica sistólica y diastólica, respectivamente, fueron de 1,18 (1,09-1,29) y 1,11 (1,03-1,19).

En relación con los sujetos normotensos (PA clínica < 140/90 mm Hg; PA diurna durante la MAPA 140/90 mm Hg; PA diurna durante la MAPA < 135/85 mm Hg), y con la HTA ambulatoria aislada (PA clínica 135/85 mm Hg) y con la HTA sostenida (PA clínica > 140/90 mm Hg y PA diurna durante la MAPA >135/85 mm Hg) fueron respectivamente de 0,66 (0,30-1,44), 1,52(0,91-2,54), y 2,10(1,45-3,06). Una reducción del descenso nocturno era un factor de riesgo (p=0,02) en los sujetos con hipertensión ambulatoria diurna, pero no en los sujetos con normotensión ambulatoria diurna (p=0,13).

En conclusión, la PA ambulatoria durante la MAPA aporta una mejor información pronóstica sobre la enfermedad cardiovascular que la PA clínica. La HTA clínica aislada no era un factor de riesgo y la HTA ambulatoria aislada presentó un a tendencia con un incremento del riesgo cardiovascular. Un descenso del la reducción de la PA durante el periodo nocturno era un factor de riesgo en los sujetos con PA ambulatoria diurna.

Comentario:

Diversos estudios han puesto de manifiesto que los valores de presión arterial obtenidos mediante la monitorización ambulatoria de la presión arterial se correlacionan mejor con el pronóstico (afectación de órganos diana y morbilidad y mortalidad cardiovascular) que unas pocas determinaciones en el contexto clínico. En el estudio comentado, entre 1993 y 1994 se realizó una monitorización ambulatoria de la PA en una muestra aleatoria de 1700 varones y mujeres de la población danesa incluida en el estudio MONICA. En una publicación previa de este estudio se observó que tras 10 años de seguimiento, la presión arterial ambulatoria era mejor predictor de mortalidad cardiovascular y total que la PA clínica.

En este manuscrito, y de acuerdo con las actuales recomendaciones, se clasificó la PA en las siguientes categorías: HTA clínica aislada, HTA ambulatoria aislada, HTA sostenida y normotensión. Se consideró como non-dippers los sujetos con un descenso de la PS entre día y noche menor del 10%. Se analizó la relación entre los distintos grupos de HTA definidos y una combinación de los siguientes eventos: mortalidad cardiovascular, aparición de enfermedad coronaria e ictus. La media del seguimiento fue de 9,5 años, y se registraron 174 muertes, de los cuales 63 (36%) fueron de causa cardiovascular. El número de eventos registrados como punto final del estudio fue de 156: 89 eventos coronarios (22 mortales y 79 no fatales), y 23 ictus (13 fatales y 10 no fatales). Tanto la presión arterial sistólica como la diastólica de 24 horas fueron un predictor significativo de dichos puntos finales del estudio en los modelos multivariantes en los cuales se ajustó por PA clínica sistólica y diastólica.

Entre los resultados de este estudio hay que resaltar que la HTA clínica aislada se asociaba a un riesgo similar al de los sujetos normotensos. En estudios recientes, aunque los resultados no son concluyentes, la mayor parte de ellos han observado que los sujetos con HTA clínica aislada presentan un riesgo menor que los hipertensos establecidos, pero mayor que los normotensos. En contraste con ello, un estudio reciente publicado por Verdecchia (Hypertension 2005;45:203-8) ha observado que el riesgo de ictus tras 10 años de seguimiento en los sujetos con HTA clínica aislada era similar al de los sujetos con HTA establecida. Sin embargos, datos recientes del bien conocido de la población de Oshama, tras 10 años de seguimiento, han mostrado que el riesgo de una combinación de mortalidad cardiovascular, de ictus, y de la combinación de ambos no era significativamente diferente entre los sujetos con HTA clínica aislada y los normotensos, en consonancia con lo observado en el estudio aquí comentado.

Otro aspecto relevante entre los datos de este estudio fue que la HTA ambulatoria aislada, también denominada en la bibliografía HTA enmascarada, presentó una tendencia a un mayor riesgo, datos que confirman los de otros estudios publicados en los últimos años, uno de ellos en población sueca (Bjorklund K et al. Circulation 2003;107:1297-302) y otro con datos procedenes de la población de Oshama ( Ohkubo T et al, J Am Coll Cardiol 2001;38:238-45).

[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Hansen TW, Jeppesen J, Rasmussen S, Ibsen H, Torp-Pedersen C. Ambulatory blood pressure monitoring and risk of cardiovascular disease. A population Study. Am J Hypertens 2006;19:243-50[/su_note]

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