Pedro Armario 01/01/2006
Resumen:
Se ha observado que la deprivación del sueño en sujetos sanos produce un aumento agudo de la presión arterial y de la actividad del sistema nervioso simpático. La prolongación de estos periodos de reducción de las horas de sueño podría conducir a la hipertensión arterial, a través de una mayor exposición a niveles elevados de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca, así como a un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático y un aumento en la retención de sal. Estos factores podrían llevar a cambios estructurales y adaptación del sistema cardiovascular a actuar en un elevado equilibrio de presión, Las alteraciones del sueño se asocian con enfermedad cardiovascular, pero no tenemos conocimiento de ningún estudio publicado prospectivo, poblacional, que haya mostrado una relación entre la duración corta del sueño y la incidencia de hipertensión arterial en sujetos sin aparente trastorno del sueño. Se valoró si la menor duración del sueño se traducía en un aumento en el riesgo de incidencia de hipertensión mediante un análisis longitudinal de los datos del primer NAHES (National Health and Nutrition Examination Survey) (n= 4.810), utilizando modelos de riesgo proporcional de Cox y controlando por covariables. La incidencia de hipertensión (n=647) se determinó mediante diagnóstico médico, registro hospitalario, o causa de fallecimiento a lo largo de 8 a 10 años, durante el periodo entre 1982 y 1992. Se observó una asociación entre duración del sueño < 5 horas por noche y un aumento del riesgo de hipertensión (riesgo relativo de 2,10; IC 95% 1,58 a 2,79) en sujetos con edad de 32 a 59 años, y tras controlar por otras potenciales variables de confusión, está relación solo se atenuó parcialmente.
El aumento del riesgo continuó siendo significativo después de controlar por obesidad y diabetes, lo cual es consistente con la hipótesis de que estas variables podrían actuar como mediadores parciales. Por tanto, la duración corta del sueño podría ser un factor de riesgo significativo de desarrollar hipertensión arterial.
Comentario:
La prevalencia de hipertensión arterial se ha mantenido relativamente estable en los últimos años en algunos países, pero está aumentando en otros, como en EEUU. Paralelamente, durante estos años se ha producido en dicho país una disminución en las horas de sueño, y estudios previos han mostrado una asociación entre reducción del sueño entre 3,6-4,5 horas y aumento de la presión arterial y de la actividad del sistema nervioso simpático. Este estudio pretende estudiar dicha asociación en este estudio poblacional.{br>
Los resultados de este estudio confirman dicha asociación en sujetos sin aparentes trastornos del sueño pues es bien conocida la asociación entre síndrome de apnea del sueño e hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares. Uno de los datos sorprendentes de este estudio es que se observa una relación entre la reducción de las horas del sueño (
La interpretación de estos datos podrían obedecer a dos hechos: En primer lugar que la HTA sistólica aislada, forma frecuente de HTA en los sujetos mayores de 60 años estaría menos ligada a la activación sostenida del sistema nervioso simpático, a diferencia de lo que puede ocurrir en sujetos más jóvenes, o bien , lo que creo más probable, es que los sujetos de mayor edad presentan con mayor frecuencia una reducción de las horas del sueño, de forma podríamos decir más fisiológica, mientras que en los sujetos más jóvenes, esta pérdida de horas de sueño podría traducir situaciones de estrés crónico, y por tanto una mayor actividad del sistema nervioso simpático, como ha sido demostrado en estudios previos.{br>
Cuando los resultados se ajustan por la presencia de obesidad y diabetes, la relación es menos fuerte, pero sigue siendo significativa. Esto es importante, pues una reducción en las horas de sueño se puede asociar a cambios no favorables en el estilo de vida, que podrían haber explicado la mayor incidencia de hipertensión arterial.{br>
De todas maneras, en la práctica clínica sería importante averiguar las causas de reducción en las horas de sueño, y poner solución si se puede, antes de comunicar al sujeto su mayor riesgo de HTA futura, que sin duda se traduciría en un aumento de la ansiedad y del insomnio. No sabemos si la introducción de tratamiento farmacológico para mejorar las horas de sueño se traduciría o no en una mejoría de las cifras de presión arterial o una menor incidencia de HTA en estos sujetos.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Short sep duration as a risk factor for hypertension. Analices of the First Nacional Health and Nutrition Examination Survey.
Gangwisch JE, Heymsfield SB, Boden-Albala B, Buijs R, Kreier F, Pickering TG et al.
Hypertension 2006;47:833-39[/su_note]