Hábitos dietéticos en la población hipertensa de España

Publicado:

Rafael Marín 01/01/2012

Resumen:

Este trabajo forma parte del estudio poblacional y de corte transversal ENRICA (Estudio sobre Nutrición y Riego Cardiovascular en España) que tuvo como objetivo de medir la frecuencia y distribución de los principales componentes de la historia natural de la enfermedad CV en España, incluyendo el consumo alimentario y los factores de riesgo más importantes.
En este subestudio se analiza, en individuos con HTA, el  grado de adherencia a la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) y a la dieta Mediterránea.
Entre 2008-2010 se incluyeron 12.948 personas mayores de 18 años que eran representativas del conjunto de la población española. La recogida de datos fue mediante encuesta dietética electrónica realizada en su propio domicilio. Además, se realizó historia clínica CV, medida de la PA, talla, peso y determinaciones analíticas en sangre y orina en un laboratorio centralizado (Rodríguez-Artalejo et al. Rev Clin Cardiol 2011). Un total de 11.264 sujetos completaron la historia clínica y la encuesta dietética.
Se aceptó que existía adherencia a la dieta DASH (Mellen et al. Arch Intern Med 2008) si se cumplían al menos 4,5 puntos de una escala que incluía 9 epígrafes nutricionales (grasa total, grasa saturada, proteínas, fibra, colesterol, calcio, sodio, potasio y magnesio). La adherencia a la dieta Mediterránea se alcanzaba si se cumplían 9 puntos de una escala que comprendía 14 objetivos nutricionales (Schröder et al. J Nutr 2011).
Entre los 11.264 sujetos, 3637 tenían HTA (32 %). De ellos 1519  (42 %) no sabían que eran hipertensos y 2118 ya conocían su patología. Un 53 % eran varones y un 47 % tenía una edad mayor de 65 años.
La adherencia a la dieta DASH de los pacientes con HTA fue del 17,3 %  y a la dieta Mediterránea el 17,2 %. Con ambos tipos de dieta el cumplimiento se incrementaba con la edad y fue mayor en mujeres y en individuos con colesterol elevado y menor en fumadores.
Sólo el 60 % de los hipertensos afirmó que había recibido consejos dietéticos y los seguía adecuadamente. Este grupo mostró mejor adherencia con la dieta DASH (OR 1,45, IC 95 % 1,08-1,88).
La adherencia a la dieta DASH fue similar entre los 1519 individuos que no se conocían hipertensos y los que ya conocían esta patología (OR 1,08; IC 0,87-1,34). Lo mismo ocurrió con la dieta Mediterránea (OR 0,98; IC 0,79-1,20).
Los autores concluyen que, en España, los sujetos con HTA tienen un escaso seguimiento de la dieta DASH y de la dieta Mediterránea. El comportamiento similar entre los hipertensos ya diagnosticados y los que ignoran esta situación sugiere que la intervención nutricional en la práctica clínica habitual es pobre y que este problema requeriría una mayor atención.

Comentario:

           La información sobre la historia natural de la enfermedad CV necesita de estudios poblacionales que incluyan entrevista y examen de salud (National Health Interview and Examination Surveys [NHIES]). Sólo unos pocos países europeos y de Estados Unidos llevan a cabo NHIES. España no disponía hasta ahora de ningún estudio de este tipo. Apenas existen estudios alimentarios de base poblacional y ninguno de ellos ha sido realizado en Europa. El presente es el primero. Además, es el más importante sobre epidemiología CV realizado en España.
          La utilidad del tratamiento dietético en el control de la HTA es un hecho bien reconocido. La dieta DASH es rica en frutas, verduras y productos lácteos desnatados y es baja en grasas totales y grasas saturadas. En el informe JNC- 7 (Chobanian et al. JAMA 2003) se expresaba que con esta dieta se podrían obtener descensos de la PA sistólica de hasta en 8-14 mmHg y una reducción adicional si además se restringía la ingesta de sodio (Sacks et al NEJM 2001). La dieta tradicional Mediterránea es muy similar a la DASH con la particularidad de ser rica en grasas no saturadas (aceite de oliva). El estudio PREDIMED demostró su efecto favorable en pacientes de alto riesgo CV así como su capacidad para reducir la PA sistólica y diastólica (Estruch et al. Ann Intern Med 2006).  
Los datos del estudio NHANES (1999-2004) sobre el cumplimiento de la dieta DASH en población hipertensa de EE UU ya revelaron un pobre seguimiento (19,4 %). La escasa adherencia de la población española hipertensa tanto a la dieta DASH como a la dieta Mediterránea están en la misma línea. Más llamativo es que sólo el 60 % de los pacientes que ya conocían su condición recibieron consejos dietéticos. No es por tanto muy sorprendente que la adherencia a ambos tipos de dieta fuese similar entre los hipertensos que no conocían su condición versus los que ya lo sabían.
En el quehacer médico de nuestro país existe un sentimiento quizá fatalista (¿o realista?) sobre el papel de la dieta y otras medidas no farmacológicas en el tratamiento de la HTA. Se piensa que la adherencia será muy escasa en la inmensa mayoría de los casos o en cualquier caso fugaz. Esta puede ser una de las razones por las que apenas se hace hincapié en su recomendación bien sea como tratamiento inicial o como tratamiento coadyuvante a los fármacos. Además, las recomendaciones dietéticas, al igual que el resto de las medidas no farmacológicas requieren tiempo y este es un bien escaso en las masificadas consultas de la A.Primaria y cada vez más en las hospitalarias. En el reciente estudio EURIKA realizado en 12 países europeos (Dallongeville et al. Eur J Cardiovasc Prev Rehabil 2011) sólo el 69 % de pacientes hipertensos españoles recibió consejos dietéticos por escrito y sólo el 13 % fueron enviados al dietista, que por otra parte es una especialidad pobremente representada en nuestro medio sanitario.
Pese a su rigurosa metodología deben ser señaladas algunas limitaciones. La primera es que se trata de un estudio observacional y que por tanto no se pueden extraer conclusiones de causalidad. Sería necesario realizar un seguimiento longitudinal de esta población aspecto que parece está en el ánimo de los autores. La segunda se relaciona con la obtención del registro dietético mediante la encuesta alimentaria, Aunque esta metodología está bien estandarizada no se pueden descartar errores en la precisión de los datos aportados por los individuos sobre todo en los de edad más avanzada. La tercera, que sólo el 51 % de los individuos contactados inicialmente por teléfono aceptaron realizar el estudio. Podrían representar a los más sensibilizados con los problemas de salud,
El estudio ENRICA espera por la publicación de otros datos muy importantes, como los relacionados con la HTA, la diabetes, la dislipemia o la enfermedad CV o renal asociadas. La presente publicación puede servir de estímulo para alentar la prescripción de hábitos dietéticos adecuados en la población hipertensa y aliviar, en parte, su creciente medicalización.

[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
León-Muñoz LM, Guallar-Castillón P, Graciani A, López-García E, Mesas AE, Taboada JM et al. Dietary habits of the hypertensive population of Spain: accordance with the DASH diet and the Mediterranean diet. J Hypertens 2012; 30: 1373-82[/su_note]

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