Rafael Marín 01/01/2006
Resumen:
El papel de la HTA como factor de riesgo cardiovascular en sujetos muy ancianos es todavía objeto de debate. Los autores realizan un estudio observacional con todos los individuos de la ciudad holandesa de Leiden que habían cumplido 85 años. Tras obtener la historia clínica y 2 medidas basales de PA se comprobó que el 39,2 % tenían historia de HTA. En total se incluyeron 571 individuos (85 % de la muestra) y se realizó un seguimiento de 4,2 años.
Durante este tiempo 290 participantes murieron, 119 por causas cardiovasculares. En relación con los normotensos, los que tenían historia de HTA tuvieron mayor mortalidad cardiovascular (RR 1,60; IC 95 % 1,06-2,40) pero la misma mortalidad global (1,19; IC 0,91 – 1,55). Ser hipertenso al inicio del estudio no tuvo relación con la mortalidad posterior. Sin embargo, en los individuos con PA < 140/70 mmHg se observó una mayor mortalidad por todas las causas, sobre todo en los que basalmente tenían historia de HTA. Valores de PA sistólica entre 140-159 mmHg e incluso valores = a 160 mmHg tuvieron una tasa de mortalidad reducida en relación con los valores 85 años la HTA no es un factor de riesgo para la mortalidad y que por el contrario valores < de 140/70 mmHg condicionan un exceso en la mortalidad global.
Comentario:
El beneficio clínico ligado al control de la población hipertensa en jóvenes y ancianos es un hecho bien reconocido. En los ancianos > de 80 años los informes hasta ahora han sido contradictorios. Algunos (Estudio SHEP y Estudio INVEST, Messerli Am J Cardiol 2005) apuntaron la existencia de una curva en J para la PA diastólica. Con valores de 80 años el tratamiento antihipertensivo prevenía el ictus; sin embargo no tenía efecto sobre la mortalidad global, ni la cardiovascular.
Los datos sobre población muy anciana (> 85 años como la aquí analizada) son muy escasos. Los resultados expuestos fueron especialmente llamativos en la población previamente hipertensa y persisten tras ajustarlos para los marcadores de la denominada fragilidad en el viejo: deterioro cognitivo, capacidad para realizar por sí mismo las labores básicas, presencia de otras enfermedades crónicas etc.
Las diferentes Guías sobre HTA indican que en la población general la PA debe reducirse > 140/90 mmHg y no se citan límites de edad en el anciano. Este estudio demuestra que en > de 85 años probablemente deba adoptarse una posición menos estricta y que valores entre 140-160 podrían ser más adecuados. Para la PA diastólica los valores con menor tasa de mortalidad se alcanzaron en el grupo con cifras >= 70 mmHg y < 90 mmHg.
En sujetos muy ancianos la aterosclerosis probablemente esté presente de un modo generalizado e importante en todo el árbol arterial. Alcanzar un flujo coronario y cerebral suficiente quizá no sea posible con niveles de PA de 85 años. En muchos casos su HTA tiene muchos años de evolución. El hecho de haber alcanzado una edad avanzada es un signo positivo bajo el punto de vista vascular. ¿Debe ser suspendido el tratamiento antihipertensivo previo? ¿Deben ser tratados los hipertensos de novo? No parece prudente que se retiren los agentes antihipertensivos pero sí que limitemos el objetivo de control de su PA y lo ajustemos a los datos aquí expuestos. Lo mismo cabe decir para la HTA de nuevo diagnóstico. Para los pacientes con diabetes, enfermedad renal o enfermedad vascular previa quizá deban aplicarse los mismos criterios pues los resultados en el trabajo analizado no fueron aparentemente distintos.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
van Bemmel T, Gussekloo J, Westendorp RGJ, Blauw GJ. In a population-based prospective study, no association between blood pressure and mortality alter age 85 years. J Hypertens 2006; 24: 287-292.[/su_note]