Mariano de la Figuera 01/01/2013
Resumen:
Los autores llevaron a cabo una revisión sistemática y meta-análisis sobre los efectos de la ingesta de potasio en la salud general. Las fuentes de información fueron las siguientes: Cochrane Central Register of Controlled Trials, Medline, Embase, WHO International Clinical Trials Registry Platform, Latin American and Caribbean Health Science Literature Database y las listas bibliográficas de revisiones previas.
Se incluyeron 22 ensayos clínicos randomizados (n= 1.606 participantes) que habían analizado los efectos de la ingesta de potasio sobre la presión arterial, lípidos sanguíneos, función renal, concentraciones plasmáticas de catecolaminas, y 11 estudios de cohortes (n=127.038) que analizaron la mortalidad total y la incidencia de enfermedades cardiovasculares (ictus y cardiopatía isquémica) en relación con la ingesta de potasio.
En sujetos hipertensos, no así en normotensos, el aumento en la ingesta de potasio se asoció con una reducción de las cifras de presión arterial sistólica (PAS) de 3,5 mmHg (IC 95%: 1,82-5,15) y de 1,96 mmHg (0,86-3,06) de PADiastólica (PAD). Con ingestas de potasio entre 90-120 mmol/día la reducción de PAS fue de 7,16 (1,91-12,41). El aumento en la ingesta de potasio no se asoció con efectos adversos sobre la función renal, niveles de lípidos ni catecolaminas. En sujetos adultos, se observó una relación inversa y estadísticamente significativa entre la ingesta de potasio y la incidencia de ictus (risk ratio 0,76; 0,66-0,89). Las asociaciones con la incidencia de enfermedad cardiovascular o coronaria no alcanzaron la significación estadística. (risk ratio 0,88; 0,70-1,11 y 0,96; 0,78-1,19 respectivamente). En niños, 3 ensayos clínicos y 1 de cohortes sugerían que el aumento en la ingesta de potasio reducía la PAS, si bien no se alcanzó la significación estadística.
Comentario:
El potasio es un nutriente esencial y necesario para mantener el balance hidroelectrolítico y la normal función celular de nuestro organismo. En las sociedades occidentales se observa una reducción del consumo de potasio procedente de los alimentos vegetales. En muchos países la ingesta de potasio está por debajo de los 70-80 mmol/día -cifra recomendada por la OMS desde el año 2002- consecuencia del bajo consumo de frutas y vegetales frescos. Una baja ingesta de potasio se asocia con cifras más elevadas de PA y una mayor prevalencia de HTA. Sin embargo, hasta el presente, la evidencia sobre los beneficios potenciales de aumentar la ingesta de potasio no ha sido muy robusta. De hecho, algunos estudios han tenido resultados contradictorios. Varios de los autores del presente trabajan en la unidad de política nutricional de la OMS, por lo que sus conclusiones tendrán un gran impacto. La presente revisión sistemática y meta-análisis demuestran que el aumento de la ingesta de potasio reduce las cifras de PA en sujetos adultos hipertensos sin alterar los niveles de catecolaminas ni lípidos, y puede reducir el riesgo de ictus en un 24%. Esta revisión es la primera que trata de establecer el consumo mínimo-óptimo de potasio para la salud en sujetos con una función renal normal, que se sitúa en torno a los 90-120 mmol/día. Un aspecto importante es que dichos beneficios se observaron a través de la ingesta alimenticia, no de suplementos externos de potasio. Las políticas de salud pública orientadas a disminuir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares mediante sencillas recomendaciones dietéticas tienen el beneficio añadido de su excelente relación coste-efectividad. Aumentar el consumo de productos agrícolas, como frutas y vegetales frescor, es una de ellas tal como ya consta en un informe de la OMS del año 2012.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Aburto NJ, Hanson S, Gutierrez H, Hooper L, Elliott P, Cappuccio FP. Effect of increased potassium intake on cardiovascular risk factors and disease: systematic review and meta-analyses. BMJ 2013;346:f1378. doi: 10.1136/bmj.f1378.[/su_note]