Mariano de la Figuera 01/01/2014
Resumen:
El presente estudio tiene como objetivos analizar la demografía y las características clínicas de la HTA resistente (HTA-R) en el ámbito de la Atención Primaria. Para ello, se llevó a cabo un estudio transversal a partir de todas las historias clínicas informatizadas de los pacientes hipertensos del Área 6 de Madrid. De un total de 63.167 pacientes, se seleccionaron 48.744 que seguían tratamiento antihipertensivo, de los cuales 6.292 pacientes cumplían los criterios de HTA-R de la American Heart Association (PA > 140/90 mmHg a pesar de tomar 3 ó más fármacos antihipertensivos-incluido un diurético- ó 4 ó más fármacos con independencia del grado de control de la HTA). Este grupo de pacientes representaba el 9,9% del total de hipertensos y el 12,9% de los sujetos tratados. El 5,5% era 80 años. En los pacientes <50 años la HTA-R se asoció con el sexo masculino (p=0,006), niveles de PA Sistólica, obesidad, ictus previo y enfermedad renal crónica (p80 años, la HTA-R se asoció con el sexo femenino (p=0,004), la PAS, diabetes mellitus (DM), obesidad, enfermedad renal crónica (ERC), cardiopatía isquémica y fibrilación auricular (p 80 años con HTA-R tenían enfermedad cardiovascular (ECV).
Comentario:
En los ensayos clínicos más relevantes la prevalencia de HTA-R oscila entre el 15-30%. Sin embargo, son escasos los estudios realizados en Atención Primaria, el ámbito donde se lleva a cabo la mayor parte del proceso asistencial de la HTA. En el Registro Español de MAPA, así como en Framingham Heart Study y en los registros del National Health and Nutrition Examination Survey se han identificado la raza, DM, ECV y ERC como factores predictivos de la HTA-R. En el presente estudio, cada 4 pacientes con HTA-R, uno era >80 años. Además, en este grupo etario la HTA-R se asociaba con el sexo femenino, obesidad, DM, cardiopatía y enfermedad renal. Esto es importante ya que en estos pacientes con elevada prevalencia de enfermedad CV una reducción excesiva de la PA puede tener importantes efectos adversos, por ejemplo, sobre la función renal. Por ello, un aspecto a tener en cuenta sería la propia definición de la HTA-R en hipertensos ancianos cuando la mayoría de las Guías coinciden en establecer unos objetivos de control menos exigentes en este grupo de pacientes.
Por otra parte, un dato relevante, y preocupante a su vez, fue la baja utilización de antagonistas de aldosterona (del orden del 9%, menor del 14% de bloqueadores-alfa) ya que estos fármacos, y en especial la espironolactona, han demostrado su eficacia en control de la PA de los pacientes con HTA-R. Pero también desconocemos si los médicos eran conscientes de la HTA-R de los pacientes hipertensos que tenían asignados y que fueron incluidos en el presente estudio.
De acuerdo con la interpretación de los autores, los resultados de este estudio no pueden generalizarse, ya que, a pesar del considerable tamaño de la muestra analizada, la población procede de un área relativamente pequeña. Otras limitaciones del estudio son la falta de información sobre la prevalencia del efecto de bata blanca y de HTA secundaria, el cumplimiento terapéutico, la inercia clínica, las dosis de los fármacos antihipertensivos utilizados, etc, que podrían dar lugar a una sobrestimación de la prevalencia de HTA-R.
Aunque se trata de un estudio descriptivo y con las limitaciones señaladas, aporta nueva información que puede ser relevante tanto desde el punto de vista epidemiológico como para la práctica clínica.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Gijón-Conde T, Graciani A, Banegas JR. Demografía y características clínicas de la hipertensión resistente en 6.292 pacientes en atención primaria. Rev Esp Cardiol 2014. http://dx.doi.org/10.1016/j.recesp.2013.09.029[/su_note]