Asociación de la ingesta de sodio y potasio con la masa ventricular izquierda

Publicado:

Pedro Armario 01/01/2011

Resumen:

La elevada ingesta de sal puede afectar la masa ventricular izquierda (MVI). Los autores realizan la hipótesis de que el sodio urinario (Una) y el cociente sodio/potasio  (UNa/K) están asociados con la MVI en una cohorte de sujetes jóvenes, predominantemente normotensos. El  Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA) es un estudio multicéntrico realizado en hombre y mujeres de raza negra y blanca, con una edad media de 30±3,6 años en el momento del examen ecocardiográfico (1990-1991). Mediante un estudio en modo M guiado en 2-D, se calculó la MVI indexada por superficie corporal (g por m2,7), y se valoró el UNa y la excreción de potasio (media de 3 muestras de orina de 24 horas) en 1042 sujetos. Se realizó un análisis linear y de regresión logística.  El 57% de los participantes fueron mujeres, y el 55% de raza negra. Solo el 4% eran hipertensos. Una, potasio urinario y cociente UNaK fueron (media ± DE) 175,6±131,0, 56,4±46,3, y 3,4±1,4 mmol/24h, respectivamente. Los participantes en el cuartil superior de UNa presentaron en comparación con los sujetos situados en el cuartil inferior una mayor MVI (37,5 frente a 34,0 g/m2,7; p<0,001). Tras ajustar por edad, sexo, nivel de educación y raza, la media de MVI fue 0,945 g/m 2,7, más elevada por cada DE de UNa/K 8p=0,001). La relación entre el cociente UNa/K y la MVI persistió entre los 399 participantes en los que se repitió el estudio ecocardiográfico 5 años más tarde. En el análisis de regresión logística, ajustado por edad, sexo, nivel de educación y raza, cada DE más alta del UNa/K se asoció a un 23% y 38% de mayor probabilidad de estar en el cuartil superior de MVI,  basal (odds ratio: 1m23; p=0,005) y a los 5 años (odds ratio: 1,38; p=0,02). Un mayor cociente de la excreción sodio/potasio, está significativamente relacionado con la estructura cardiaca, incluso entre adultos jóvenes.

Comentario:

Existe una amplia evidencia científica sobre la relación entre sodio, hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular. El ya clásico estudio observacional Intersalt, realizado en 52 centros alrededor de todo el mundo, mostró que la ingesta media de sal, evaluada mediante la medición de la excreción de sodio en orina de 24 horas, se asociaba con los niveles medios de PA sistólica y con el incremento de la PA individual que tiene lugar con la edad.

La relación entre Na e hipertensión arterial ha sido confirmada mediante ensayos clínicos aleatorizados y meta-análisis. Se ha observado que una reducción en la ingesta de Na de 78 mmol/l (4,6 g de sal) reducía la PA sistólica en 4,9 mm Hg y la diastólica en 2,73 mm Hg en pacientes con hipertensión arterial. La reducción fue menor en los sujetos normotensos: 2,03 mm Hg y 0,97 mm Hg respectivamente.  A pesar de este menor efecto en los nomotensos, las estrategias de reducción de la ingesta  de sal en población general pueden tener un gran impacto en salud pública, y son coste-efectivas. La evidencia de la relación entre  potasio sobre la PA es menor, pues proviene de estudios observacionales y en cuanto al efecto del aumento en la ingesta de potasio sobre la reducción de la PA puede evidente en situaciones con mayores ingestas de Na, pues una baja ingesta de potasio amplifica el efecto de una elevada ingesta de Na.

Por otra parte es bien conocido que la presencia de hipertrofia ventricular izquierda se asocia a un mayor riesgo cardiovascular, tras ajustar por los niveles de PA. Los resultados del estudio aquí comentado son muy interesantes, pues se trata de sujetos jóvenes ( la mayoría de ellos normotensos), y se observó que el cociente urinario Na/K se asociaba a un incremento de la masa ventricular izquierda, tanto a nivel basal como a los 5 años de seguimiento. Esta relación persistió cuando se excluyeron los sujetos con obesidad.

Estos resultados deben reforzar las recomendaciones sobre la necesidad de reducir le consumo de sal e incrementar la ingesta de potasio ( a través de la ingesta de frutas y verduras) , no solo en la población hipertensa, sino en las población general.

[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Rodríguez CJ, Bibbins-Domingo K, Jin Z, Daviglus ML, Goff DC, Jacobs DR Jr. Association of sodium and potassium intake with left ventricular mass. Coronary Artery Risk Development in Young Adults. Hypertension 2011;58:410-416[/su_note]

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