Mariano de la Figuera 01/01/2010
Resumen:
Con objeto de investigar si los antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARAII) tienen efectos protectores sobre la enfermedad de Alzheimer y la demencia o reducen la progresión de ambas enfermedades se diseñó un estudio prospectivo de una cohorte de la Administración de Veteranos de los EE.UU. Se incluyeron 819.491 sujetos (98% varones) mayores de 65 años con antecedentes de enfermedades cardiovascular (CV). Durante un seguimiento de 4 años se compararon las incidencias de enfermedad de Alzheimer o demencia en tres grupos: los que recibieron ARAII, el Inhibidor del Enzima de Conversión de Angiotensina (IECA) lisinopril u otros fármacos con acción CV (a este grupo se le denominó “comparador CV”). Se utilizó un modelo de riesgo proporcional de Cox con ajustes por edad, diabetes, ictus y otras enfermedades CV. En un total de 12.574 y 44.601 pacientes que desarrollaron enfermedad de Alzheimer y demencia, respectivamente, se consideró progresión de la enfermedad cuando el paciente era admitido en una residencia de ancianos o se producía la muerte por las enfermedades citadas.
El riesgo de demencia incidente (hazard ratio) en el grupo ARAII, en comparación con el “comparador CV”, fue de 0,76 (intervalo de confianza 95%: 0,69-0,84) y de 0,81 (IC 95%: 0,73-0,90) en comparación con el grupo de lisinopril. El grupo ARAII se asoció con un riesgo significativamente menor de progresión de la enfermedad (0,51; IC95%: 0,36-0,72) y muerte (0,83; 0,71-0,97) en comparación con el grupo “comparador CV”. Este efecto de los ARAII mostró una relación dosis-respuesta, así como un efecto aditivo con IECA’s. La combinación de IECA’s y ARAII, en comparación con los fármacos por separado, se asoció con una reducción del riesgo de demencia incidente (0,54; 0,51-0,57) y de la progresión de la enfermedad (0,33; 0,22-0,49). Se observaron resultados similares para la enfermedad de Alzheimer. Las diferencias de presión arterial entre los diferentes grupos fueron pequeñas.
Comentario:
Los autores de este interesante estudio, en su mayoría epidemiólogos y estadísticos, concluyen que, en una población predominantemente masculina, los ARAII se asocian con una reducción significativa en la incidencia y progresión de la enfermedad de Alzheimer y demencia en comparación con los IECA y con otros fármacos CV. Además, la combinación de IECA y ARAII parece producir mayores beneficios. En su opinión, el impacto sobre la salud pública podría llegar a ser muy importante, si bien serían necesarios otros estudios que validasen las resultados observados en esta cohorte.
Con el progresivo envejecimiento de la población de los países desarrollados, las demencias, entre ellas la enfermedad de Alzheimer, son una auténtica amenaza con importantes consecuencias sobre el individuo, su familia, la sociedad en general y la propia economía de un país. Entre los factores de riesgo de las demencias, las enfermedades CV juegan un papel fundamental, entre ellas la propia Hipertensión Arterial (HTA).
Evidencias previas sugieren que el tratamiento de la HTA, con estrategias que incluyen Calcioantagonisas (ensayo Syst-Eur) o ARAII (estudio SCOPE) puede ejercer un papel protector sobre las demencias. Además, datos experimentales, tanto en animales como en humanos, sugieren que los ARAII pueden preservar la función cognitiva de manera independiente a su efecto antihipertensivo.
El presente estudio sugiere que los ARAII y su combinación con IECA ejercen un efecto beneficioso sobre la incidencia y la progresión de la demencia que es superior al de otros fármacos CV. En este estudio, los ARAII que recibían los participantes fueron Losartan, Valsartan, Candesartan e Irbesartan y, aunque no se realizó un estudio por subgrupos, los datos sugieren un efecto de la clase ARAII que, además era dosis-dependiente, más evidente con Candesartan.
Los mecanismos implicados en le protección sobre las demencias son algo especulativos; pero la menor incidencia de ictus observada con estos fármacos, sus beneficios potenciales sobre otras variables, como la diabetes, el efecto protector ante el depósito vascular de la sustancia beta-amiloide y otros efectos sobre la función vascular podrían jugar un papel en los resultados del presente estudio.
Los autores defienden que la variable indicativa de progresión de la enfermedad (ingreso en una residencia de ancianos) era sensible y válida; pero a nadie se le escapa que, al menos en España, existen muchos condicionantes, no sólo clínicos, sino también sociales y económicos, que juegan un importante papel en el proceso de admisión en una residencia geriátrica, tanto pública como de titularidad privada.
En relación con los beneficios observados con la combinación de IECA’s y ARAII sobre las demencias, otros estudios, entre ellos el ONTARGET, apuntan en la dirección contraria, al menos en cuanto a su tolerabilidad y seguridad renal, por lo que conviene ser muy cautos.
En definitiva, buenas noticias para los pacientes expuestos a estas terribles enfermedades neurodegenerativas y también para toda una clase de fármacos antihipertensivos, como los ARAII, tan utilizados con buen criterio en la práctica clínica como criticados por algunos que no ven pacientes.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Li NC, Lee A, Whitmer RA, Kivipelto M, Lawler E, Kazis LE, et al. Use of angiotensin receptor blockers and risk of dementia in a predominantly male population: prospective cohort analysis. BMJ 2010;340:b5465[/su_note]