Predictores cardiovasculares y metabólicos de progresión de la prehipertensión a hipertensión

Publicado:

Pedro Armario 01/01/2009

Resumen:

La prehipertensión (definida por el Sétimo informe del “Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure”) evoluciona frecuentemente a hipertensión arterial (HTA) e incrementa el riesgo cardiovascular. No está claro si las características metabólicas y o cardiacas favorecen el desarrollo de HTA en los sujetos prehipertensos. Se evaluaron características antropométricas, de laboratorio, y ecocardiográficas de 625 prehipertensos no tratados, participantes en el “Strong Heart Study”, sin enfermedad cardiovascular previa (63% mujeres; 22% con diabetes mellitus; edad media: 59+7 años) a fin de identificar predictores de la incidencia de HTA a os 4 años. La diabetes mellitus fue valorada según los criterios de la American Diabetic Association, y se usó una definición de HTA específica para la diabetes. La incidencia de HTA a los 4 años fue del 38%.  Los factores predictores independientes de incidencia de HTA fueron el nivel de presión arterial sistólica (odds ratio (OR): 1,60 por 10 mm Hg; IC 95% 1,30 a 2,00; p<0,0001), circunferencia de la cintura (OR: 1,10 por 10 cm; IC95% 1,01 a 1,30; p=0,04), y diabetes mellitus (OR: 2,73; IC 95% 1,77 a 4,21; p0,10). Por tanto, la progresión a HTA en el 38% de los prehipertensos participantes en el Strong Heart Study se podrían predecir mediante una mayor masa ventricular izquierda y un mayor volumen sistólico, además de por la presión arterial sistólica basal y la prevalencia de diabetes mellitus.

Comentario:

La relación entre la presión arterial (PA) y el riesgo cardiovascular es continua, a partir de valores de PA > 115/75 mm Hg, por lo que se ha definido la PA optima como aquella por debajo de 120/80 mm Hg. Los valores de PA entre 120-129 mmHg de PA sistólica y o entre 80-89 mm Hg han sido definidos como prehipertensión en el séptimo informe del JNC, publicado en 2003. Las guías de las sociedades europeas de Hipertensión y de Cardiología de 2007, dividen este grupo de sujetos en dos categorías: la PA normal (PA entre 120-129/80-84 mm Hg) y presión arterial normal alta (PA entre 130-139/85-90 mm Hg).

La importancia de este grupo de hipertensos estriba no solo en su mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial establecida, como puso de manifiesto el estudio de Framingham, sino que además presentan un mayor frecuencia de otros factores de riesgo cardiovascular asociados a la elevación de la PA, así como un incremento del riesgo cardiovascular. Este mismo estudio ha observado que los sujetos con niveles de PA normal alta presentan en doble de riesgo cardiovascular en relación con los sujetos con PA óptima. La prevalencia de prehipertensión es muy elevada en la población general; en EEUU su prevalencia se estima en un 31%, siendo más elevada entre los hombres que entre las mujeres (39% y 23% respectivamente).

Por otro lado, estudios previos han mostrado que existen alteraciones en la estructura y función cardiovascular que preceden a la elevación de la PA. Son interesantes los hallazgos observados en niños y jóvenes con padres hipertensos, los cuales presentan una mayor masa ventricular izquierda, así como anormalidades de la función diastólica y disfunción endotelial, así como una mayor grosor de la íntima-media a nivel carotideo, como precursores del desarrollo de HTA establecida.

Este estudio, llevado a cabo en una población de Indios Americanos de 45-74 años de edad, con una elevada prevalencia de diabetes mellitus y obesidad, identificó un fenotipo cardiometabólico asociado a un mayor riesgo de desarrollar HTA establecida, a los 4 años de seguimiento. Los resultados de este estudio también mostraron que la masa ventricular izquierda fue un potente predictor de la incidencia de HTA a los 4 años, de forma independiente de otros factores metabólicos y antropométricos. Sin duda, existen mecanismos patogenéticos comunes entre la diabetes mellitus y la HTA, pues un interesante y reciente estudio también ha observado que la prehipertensión, a su vez es un factor de riesgo de desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 ( Mullican DR et al, Diabetes Care 2009;32:1870-2).

Aunque se han publicado algunos estudios con intervención farmacológica en este grupo de hipertensos, creo que en la práctica clínica se ha de identificar al grupo con mayor riego de desarrollo de HTA establecida, e intentar una intensificación en los cambios de estilo de vida a fin de prevenir la evolución a HTA además de corregir otros factores de riesgo asociados, y reservar el tratamiento para el grupo con mayor riesgo cardiovascular o con lesiones deróganos diana o con eventos cardiovasculares o renales previos.

[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
De Marco M, de Simone G, Roman MJ, Chinali M, Lee ET, Russell M, Howard BV, Devereux RB. Cardiovascular and metabolic predictors of progression of prehypertension into hypertension. The Strong Heart Study. Hypertension 2009;54:974-80[/su_note]

Comparte esta publicación

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on tumblr
Share on pinterest
Share on telegram
Share on whatsapp
Share on skype