Mariano de la Figuera 01/01/2009
Resumen:
Se trata de un estudio de cohorte prospectiva diseñado para estimar la incidencia de hipertensión arterial (HTA) en mujeres y su asociación con diversos factores dietéticos y estilos de vida. El estudio forma parte del segundo Nurses#» Health Study en el que se incluyeron 83.882 mujeres adultas entre los 27 y 44 años de edad, sin HTA, diabetes ni enfermedad cardiovascular en al año 1991. Al inicio, las cifras de presión arterial (PA) eran igual o menores de 120/80 mmHg. El seguimiento se prolongó hasta el 2005. Se identificaron 6 estilos de vida modificables y factores de riesgo dietéticos.
Los factores de bajo riesgo para HTA incidente fueron un Índice de Masa Corporal (IMC) menor de 25 kg/m2, la práctica diaria de ejercicio físico intenso durante una media de 30 minutos, una puntuación elevada en el seguimiento de la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hipertensión), el consumo bajo de alcohol (máximo 10 gr/día), el uso de analgésicos no-narcóticos menos de 1 vez/semana y la ingesta de 400 microg/día de suplementos de ácido fólico. Se analizó la asociación entre el desarrollo de HTA y combinaciones de 3 factores (IMC normal BMI, ejercicio físico y dieta DASH), 4 factores (3 más la ingesta baja de alcohol), 5 factores (4 factores de bajo riesgo y evitar el uso de analgésicos) y 6 factores (incluyendo los suplementos diarios de ácido fólico).
Se reportaron un total de 12.319 casos incidentes de HTA. Los 6 factores modificables se asociaron, de manera independiente con el desarrollo de HTA, tras los ajustes por edad, raza, historia familiar de HTA, tabaquismo y uso de anticonceptivos orales. En las mujeres con los 6 factores (0,3% de la cohorte) el riesgo (hazard ratio) fue de 0,22 (IC 95%: 0,10-0,51). En aquellas mujeres sin los citados factores el riesgo atribuible poblacional de HTA (PAR) fue del 78% (IC 95%: 49%-90%). Se observó una gradación entre el seguimiento de los factores citados, -en diferentes combinaciones- la incidencia y el PAR de HTA. El IMC, por sí mismo, fue el predictor de HTA más potente; un IMC > 25 kg/m2 tenía un PAR ajustado de 40% (IC 95%:38%-41%).
Comentario:
La HTA es uno de los factores de riesgo cardiovascular que debe ser abordado desde diferentes ópticas. A nivel individual, uno de los desafíos es cómo mejorar el grado de control de la HTA, a través de estrategias que incidan sobre el paciente y también sobre los propios profesionales.
Desde el punto de vista poblacional y de salud pública, la prevención primaria de la HTA, es decir reducir los casos incidentes, es una de las estrategias más importantes en la lucha contra este factor de riesgo. Para ello, deben implicarse las administraciones, la industria alimentaria y, por supuesto, la población general, bien asesorada por los profesionales de la salud a través de programas preventivos en las escuelas, medios de comunicación y también a nivel individual incidiendo en personas no hipertensas.
En este estudio, la adherencia a una serie de hábitos dietéticos saludables y otros (como el bajo consumo de analgésicos) se asoció una menor incidencia de HTA en mujeres adultas. Algunas de las variables relacionadas con estos hábitos (como el IMC) han sido implicados en estudios observacionales sobre el desarrollo de HTA. Además, los factores dietéticos incluidos en el análisis y otros, como la práctica regular de ejercicio físico, también han sido han sido estudiados en ensayos clínicos que, de manera independiente, han demostrado su eficacia en la reducción de las cifras tensionales en pacientes hipertensos. El bajo consumo de analgésicos no narcóticos puede señalar, a su vez, una baja utilización habitual de anti-inflamatorios no esteroideos, cuyo efecto presor es bien conocido.
Algunas de las limitaciones del estudio son, entre otros: no haber considerado el carácter de variable continua de los hábitos estudiados, no incluir la utilizacion de anticonceptivos u otros factores como la obesidad abdominal y el diagnóstico de HTA fue autoreferido por las participantes.
Aunque pudiera parecer especulativo, esta más que probable relación causal entre dichos hábitos y la HTA podría tener importantes repercusiones sanitariasa través de la reducción en la incidencia de nuevos casos de HTA o el retraso en el desarrollo de la misma.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Forman JP, Stampfer MJ, Curhan GC. Diet and lifestyle risk factors associated with incident hypertension in women JAMA 2009;302:401-11.[/su_note]