Pedro Armario 01/01/2009
Resumen:
Antecedentes: La primera y segunda encuestas EUROASPIRE mostraron un tasa elevada de factores de riesgo modificables en pacientes con enfermedad coronaria. La tercera encuesta EUROASPIRE fue realizada en 2006-07 en 22 países para ver si la cardiología preventiva había mejorado y si las recomendaciones de la Unión de Sociedades Europeas para la prevención cardiovascular eran seguidas en la práctica clínica.
Métodos: El EUROASPIRE I, II, y III fueron concebidos como estudios transversales, e incluyeron las mismas áreas geográficas y hospitales seleccionados en República Checa, Finlandia, Grecia, Alemania, Hungría, Italia, Holanda y Eslovenia. Se identificaron de forma consecutiva pacientes
(varones y mujeres < 70 años), después de un bypass de arterias coronarias o intervención coronaria percutánea, o un ingreso hospitalario por infarto agudo de miocardio o isquemia, y fueron entrevistados 6 meses más tarde.
Hallazgos: 3.180 pacientes fueron entrevistados en la primera encuesta, 2.975 en la segunda, y 2.392 en la tercera. En total, la proporción de pacientes que fuman ha permanecido casi igual (20,3% en EUROASPIRE I, 21,6% en la II, y 18,2% en la III; comparación de todas las encuestas p=0,64), pero la proporción de mujeres fumadores menores de 50 años había incrementado. La frecuencia de obesidad ( índice de masa corporal > 30 kg/m2) incrementó desde el 25,0% en EUROASPIRE I, a 32,6% en la II, y 38,0% en la III (p=0,0006). La proporción de pacientes con aumento de la presión arterial (> 140/90 mmHg en pacientes sin diabetes o > 130/80 mmHg en pacientes con diabetes) era similar (58,1% en EUROASPIRE I, 58,3% en la II, y 60,9% en la III; p=0,49), mientras que la proporción con aumento del colesterol total (> 4,5 mmol/l) disminuyó del 94,5% en EUROASPIRE I a 76,7% en la II, y 46,2% en la III (p<0,0001). La frecuencia de diabetes autoreferida incrementó desde el 17,4%, a 20,1% y 28,0% (p=0,004).
Interpretación: Esta tendencia temporal muestra la necesidad de un manejo más efectivo del estilo de vida de los pacientes con enfermedad coronaria. A pesar de un sustancial incremento en los fármacos antihipertensivos e hipolipemiantes, el manejo de la presión arterial no se modificó, y casi la mitad de los pacientes presentan unos niveles lipídicos por encima de los recomendados. Salvar el miocardio isquémico en la fase aguda sin dirigirse a las causas subyacentes de la enfermedad es poco útil; necesitamos investigar en prevención.
Comentario:
La enfermedad cardiovascular es la causa más importante de mortalidad de los países europeos. A pesar de que clásicamente se han descrito en Europa los países de bajo riesgo y los de alto riesgo cardiovascular, ello es referente fundamentalmente a la enfermedad coronaria, pues la prevalencia y el control de la hipertensión arterial y en correlación con ello la morbilidad y mortalidad por ictus es más elevada en Europa que la observada en EEUU y Canadá.
En los últimos años las guías europeas de prevención cardiovascular han hecho un especial énfasis en la importancia de adaptar y difundir localmente en los distintos países sus recomendaciones, con la finalidad de mejorar el grado de control de los factores de riesgo, especialmente en los sujetos de alto riesgo. Para ello, en nuestro país se creó el Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular (CEIPC), con representantes de las distintas sociedades científicas involucradas en el diagnóstico y control de pacientes con enfermedad cardiovascular o en riesgo de desarrollarlas. Recientemente este grupo ha publicado la adaptación de las guías europeas de 2007. Este mismo proceso se ha realizado en otros países, pero a pesar de dichos esfuerzo, sigue existiendo una dificultad en la aplicación en la práctica clínica diaria de lo que recomiendan las guías.
Los resultados de este estudio, EUROASPIRE III, llevado a cabo en pacientes coronarios para evaluar el grado de control de los principales factores de riesgo, nos confirman que este problema anteriormente expuesto no es propio de nuestro país, sino que desgraciadamente es bastante universal. Por otra lado, es decepcionante la falta de mejoría en el grado de control de la HTA, que no pasa del 50%, en pacientes de alto riesgo como son los enfermos coronarios. Por otra parte sigue existiendo un elevado portcentaje de pacientes coronarios con colesterol elevado, mientras que la tasa de diabetes ha ido aumentando progresivamente desde el 17,4% en EUROASPIE I al 20,1% en el II y 28,0% en el III, de forma paralela a lo que ha ocurrido con al tasa de obesidad.
La falta de mejora en el control puede subyacer en diversos factores: la inercia del médico, el cumplimiento adecuado de la medicación, pero si duda también en el empeoramiento progresivo en el estilo de vida que estamos observado a nivel poblacional, con un aumento en las tasas de obesidad, y diabetes mellitus. Estas mismas tendencias negativas se están reproduciendo también como se deriva de los resultados de este estudio en pacientes que ya han padecido un evento coronario.
Entre todos los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, farmacéuticos) y en buena parte otros estamentos, sociales, políticos, etc deberemos caminar juntos para ver si podemos invertir esta tendencia. Como señala una editorial del Lancet que acompaña a este artículo, podemos hacerlo mejor, a lo que yo añado: podemos y debemos hacerlo mejor.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Kotseva K, Wood D, De Backer G, de Bacquer D, Pyörälä K, Keil U, for the EUROASPIRE Study Gorup. Cardiovascular prevention guidelines in daily practice: a comparison of EUROASPIRE I,II, and III surveys in eight European countries. Lancet 2009;373:929-40[/su_note]