Ensayo clínico sobre diferentes grados de ejercicio físico sobre el estado de forma en mujeres postmenopáusicas, obesas y sedentarias con presión arterial elevada.

Publicado:

Mariano de la Figuera 01/01/2007

Resumen:

Con objeto de analizar el efecto de diferentes grados de actividad física
sobre el estado de forma cardio-respiratoria, se diseñó un ensayo
clínico randomizado y controlado, en el que se incluyeron un total de 464
mujeres postmenopáusicas, obesas (IMC: 25-43 kg/m2), sedentarias y con
cifras de presión arterial sistólica (PAS) entre 120-159 mmHg. Las
participantes fueron asignadas, de manera aleatoria, a 4 grupos de actividad física,
con una duración total de 6 meses: un grupo control sin programa de
ejercicio y 3 grupos con diferentes consumos calóricos semanales:
4-kcal/kg/semana; 8-kcal/kg/semana y 12-kcal/kg/semana, que corresponden al 50%,
100% y 150% de las recomendaciones sobre actividad física en mujeres del
NIH Consensus Development Panel de los Estados Unidos. La intensidad del
entrenamiento, individualizada en cada una de las participantes, tenía
como objetivo alcanzar una frecuencia cardiaca asociada con el 50% del O2. Se
programaron 3 ó 4 sesiones de entrenamiento semanales durante 6 meses. La
variable principal era la forma física aeróbica (aerobic fitness)
evaluada a través de un cicloergómetro y cuantificado como el
consumo máximo de oxígeno ( O2abs, L/min). Los valores basales
medios de O2abs fueron 1,30 (DE 0,25) L/min. El tiempo medio de ejercicio
semanal fue 72,2 minutos (DE 12,3) en el grupo de 4-kcal/kg, 135,8 minutos (DE
19,5) en el grupo de 8-kcal/kg y 191,7 minutos (DE 33,7) en el grupo de
12-kcal/kg/semana. Tras los ajustes por edad, raza/etnia, peso, y frecuencia
cardiaca máxima, las pacientes de los grupos de ejercicio aumentaron la
O2abs, en comparación con el grupo control, en un 4,2%, 6,0% y 8,2% en
los tres grupos de ejercicio (P<0,001 en cada uno de los grupos vs control; P
para la tendencia 0,001). No se observó interacción entre los
diferentes grupos de ejercicio y la edad, IMC, peso, niveles basales de O2abs,
raza/etnia o terapia hormonal previa. No se observaron cambios significativos en
la presión arterial sistólica o diastólica en ninguno de
los grupos durante los 6 meses de intervención. En todos los grupos de
ejercicio físico se observó una reducción de la
circunferencia de cintura de unos 3 cm en comparación con el grupo
control.

Comentario:

{P>El sedentarismo se asocia a un incremento de la mortalidad y, a su vez, la
mejora de la forma física se asocial a una reducción de dicho
riesgo. Por ello, algunas guías de práctica clínica
cardiovascular incluyen al sedentarismo en el grupo de factores de riesgo
modificables. Sin embargo, la relación entre la intensidad del ejercicio
y la forma física (en concreto la dosis-respuesta) se conoce poco.
Ensayos clínicos y estudios observacionales previos habían
demostrado que la práctica regular de ejercicio físico (30
minutos/día, 5 días a la semana que es el equivalente al grupo de
8-kcal/kg/semana del presente ensayo) tiene efectos beneficiosos sobre diversas
variables fisiológicas y clínicas. {/P>
{P>El estudio DREW (Dose Response to Exercise in Women) analiza, precisamente,
estos aspectos y demuestra que cuanto mayor es la intensidad del ejercicio,
mayores son los resultados en términos de forma física
cardio-respiratoria. Pero también va más allá, ya que,
incluso con niveles de actividad física menores (4-kcal/kg/semana, en
definitiva la mitad de lo que habitualmente se recomienda) se alcanzan buenos
niveles de forma física. Estos resultados pueden tener implicaciones prácticas
en aquellas personas (en este caso mujeres postmenopáusicas) con
dificultades para dedicar mayor tiempo a realizar ejercicio físico. {/P>
{P>Un resultado interesante es la reducción de la circunferencia de la
cintura, a pesar de no conseguir disminuir del peso corporal, lo que sugiere una
disminución de la grasa visceral cuyas repercusiones metabólicas
son importantes. Un aspecto sorprendente es la escasa modificación de las
cifras de presión arterial sistólica; aunque los autores del DREW
señalan que estudios previos habían demostrado las dificultades en
la reducción de la PAS con los programas de ejercicio físico en
sujetos que, por razones de edad, tienen una menor elasticidad vascular. {/P>
{P>Las limitaciones de este estudio son las propias de los ensayos clínicos
en los que se analiza la eficacia de una intervención en condiciones
experimentales, con investigadores y participantes especialmente motivados
situación que dista, como es lógico, de la práctica clínica
habitual. Pero ello no invalida los resultados: el ejercicio físico es
sano incluso con niveles de esfuerzo relativamente bajos. {/P>

[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Church TS, Earnest CP, Skinner JS, Blair SN. Effects of Different Doses of Physical Activity on Cardiorespiratory Fitness Among Sedentary, Overweight or Obese Postmenopausal Women With Elevated Blood Pressure. A Randomized Controlled Trial. JAMA 2007;297:2081-2091.[/su_note]

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