Pedro Armario 01/01/2006
Resumen:
El objetivo de este artículo era evaluar si existe una asociación entre la presencia de placa aterosclerótica en la aorta torácica e hipertrofia ventricular izquierda en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular.
Se trata de un estudio de tipo transversal, en el que se incluyeron 116 pacientes, 79 de ellos varones, con una edad media de 62 + 12,4 años, con una historia previa de ictus o de accidente isquémico transitorio. Para el diagnóstico de hipertrofia ventricular izquierda se realizó una ecocardiografía transtorácica, y para la detección de ateromas en la aorta torácica se llevó a cabo una ecocardiografía transesofágica.
Casi la mitad de los pacientes presentaron lesiones ateroscleróticas en la aorta. Se observó hipertrofia ventricular izquierda en el 90% de los pacientes con placas ateroscleróticas y sólo en el 30% de los que no presentaban placas. Usando la elevación de la presión arterial como covariable, el riesgo de los pacientes con hipertrofia ventricular izquierda de presentar placas arterioscleróticas en la aorta fue de 18,23 con respecto a los que no las presentaban ( IC 95% 5,68 a 58,54; p < 0,0001). Añadiendo la edad a dicho modelo, el riesgo incremento hasta 26,36 (IC 95% 7,14 a 97,30; p< 0,0001).
Los autores concluyen que la hipertrofia ventricular izquierda detectada mediante ecocardiograma, se asociaba a un aumento del riesgo de presentar placas ateroscleróticas en la aorta, y de dichos resultados infieren que debería ser usado como criterio para indicar una ecocardiografía transesofágica en los pacientes que han presentado un ictus o un accidente isquémico transitorio.
Comentario:
Se estima que aproximadamente un 15 a un 20% de los ictus isquémicos son de origen cardioembólico. Esta prevalencia es aún más elevada en los pacientes menores de 45 años que sufren un ictus isquémico (20-30%). Por dicho motivo en la clínica se solicita un estudio ecocardiográfico cuando se sospecha el origen cardioembólico del ictus.
Algunos estudios han observado una asociación entre la presencia de ateromas en la aorta torácica y la aparición de eventos cerebrovasculares. Aunque el estudio de elección para detectar la fuente embolígena, procedente del corazón o bien de la aorta es la ecocardiografía transesofágica, este estudio no se lleva a cabo en todos los pacientes con sospecha de ictus cardioembólico. El riesgo aumenta de forma paralela al grosor y la complejidad de la placa.
Con el fin de optimizar la indicación de pruebas complementarias que no se usan de forma rutinaria como es el caso de la ecocardiografía transesofágica, es importante el estudio de factores asociados a la presencia de lesiones ateromatosis en la aorta. Los autores de este artículo observaron que la presencia de un mayor masa ventricular izquierda o un incremento del grosor del tabique interventricular aumentan la probabilidad de presentar lesiones ateromatosas en la aorta. Esta asociación observad por estos autores cuando en el modelo se incluyeron sólo los pacientes menores de 60 años.
Los resultados de este estudio están en consonancia con otros previos: Verdeccchia et al; Circulation 2001;104:2039-44) llevaron a cabo un estudio prospectivo en 2.363 pacientes hipertensos, seguidos durante un periodo de 5 años, durante los cuales se produjeron 105 eventos cerebrovasculares. Estos autores observaron que en esto sujetos la prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda detectada mediante ecocardiograma o mediante electrocardiograma fue era más elevada. Selvetella et al (Stroke 2003;34:1766-70) también observaron una asociación en pacientes hipertensos entre hipertrofia ventricular izquierda y presencia de lesiones cerebrales isquémicas detectadas mediante resonancia magnética.
El mecanismo exacto de esta asociación no es bien conocido, aunque existen varias hipótesis, pudiendo estar involucrados factores hemodinámicas, factores humorales como la angiotensina II y la noradrenalina. También se ha sugerido una asociación entre disfunción diastólica (que acompaña con frecuencia a los sujetos hipertensos con hipertrofia ventricular izquierda) y la presencia de aterosclerosis en la aorta.
Algunos autores han propuesto un árbol de decisión de indicaciones de la ecocardiografía transesofágica para la evaluación de la fuente embolígena en pacientes con ictus isquémico cuando existen lesiones arterioscleróticas en otros territorios (arteriopatía periférica o enfermedad coronaria). Sin embargo no siempre existen manifestaciones arterioscleróticas en dichos territorios en sujetos con lesiones ateromatosas de la aorta. La aportación más importante de este estudio es que la presencia de hipertrofia ventricular izquierda en sujetos hipertensos aumenta el riesgo de complicaciones cerebrovasculares, y al menos uno de los mecanismos sería la presencia de lesiones ateromatosas en la aorta como presunta fuente embolígena de ictus cardioembólicos.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Hueb JC, Zanati SG, Okoshi K, Raffin CN, Vaz de Arruda Silveira L, Matsubara BB. Association between atherosclerotic aortic plaques and left ventricular hypertrophy in patients with cerebrovascular events. Stroke 2006;37:958-62[/su_note]