Pedro Armario 01/01/2006
Resumen:
{b>Antecedentes y propósito{/b>.- Existe una clara evidencia de relación causal entre la apnea del sueño e ictus, como ha sido observado en recientes estudios prospectivos, bien diseñados. No obstante, estos estudios se han centrado en población de edad media, excluyendo del análisis a los sujetos ancianos. Con el objetivo de investigar si el síndrome de apnea del sueño representa un factor de riesgo independiente en esta población, se realizó un estudio prospectivo longitudinal, en una cohorte poblacional de sujetos de 70 a 100 años de edad.
{b>Métodos{/b>.- En el contexto del “Vitoria Sleep Project”, un estudio poblacional diseñado para investigar la prevalencia de apnea del sueño en la población de Vitoria, España, se llevó a cabo un estudio longitudinal de 6 años en una subpoblación de 394 sujetos no institucionalizados, inicialmente libre de enfermedad, de 70 a 100 años de edad (media de 77,28 años, 57,1% mujeres).Se realizó una valoración basal de datos demográficos y polisomnográficos, así como de los factores de confusión conocidos (edad, sexo, tabaquismo, consumo de alcohol, índice de masa corporal, presión arterial sistólica y diastólica, niveles de colesterol total, y la presencia o ausencia de diabetes mellitus, fibrilación auricular e hipertensión arterial). Se calculó el riesgo de desarrollo de ictus isquémico en relación al índice de apnea-hipopnea que presentaban a nivel basal.
{b>Resultados{/b>.- Durante un periodo de seguimiento de 6 años se registraron 20 casos de ictus isquémico. Después de ajustar por factores de confusión, los sujetos que presentaban basalmente apnea-hipopnea obstructiva grave (definido como un índice de apnea-hipopnea > 30) tuvieron un incremento del riesgo de desarrollar un ictus( riesgo relativo = 2,52, IC 95% = 1,04 a 6,01; p= 0,04).
{b>Conclusiones{/b>.- Este estudio muestra que la apnea-hipopnea del sueño grave (definida como un índice apnea-hipopnea >= 30) incrementa el riesgo de ictus isquémico en la población anciana, de forma independiente de otros factores de riesgo conocidos
Comentario:
El ictus es una enfermedad muy prevalente en el mundo occidental, a la cual no se prestó la debida atención hace unas décadas, en contraposición a la enfermedad coronaria. Por otra parte, las tasas de mortalidad por ictus en España como ocurre en otros países europeos son superiores a las observadas en EEUU y Canadá, como se puso de manifiesto en una publicación en la revista JAMA hace 3 años. En dicha publicación también se puso de manifiesto que existía una estrecha correlación con las tasas de hipertensión observadas en dichos países, es decir a mayor prevalencia de hipertensión arterial, mayores tasas de mortalidad por ictus.
En los últimos años, el síndrome de la apnea del sueño ha cobrado un gran interés como factor de riesgo emergente, existiendo excelentes trabajos al respecto publicados en importantes revistas internacionales llevados a cabo en España, como el aquí comentado y otros (Marin et al, Lancet 2005; 365:1046-53). Los datos más importantes del estudio comentado es que estudió la relación entre este síndrome y la incidencia de ictus isquémico durante un seguimiento de 6 años, y que se centró en la población anciana (70-100 años), de la cual se dispone de muy escasa información.
Los principales hallazgos de este estudio fue que una apnea del sueño grave (definida como un índice apnea-hipopnea mayor o igual a 3), era un factor de riesgo independiente de ictus isquémico en la población anciana. La importancia de estos hallazgos estriba en que rompe con un concepto previo de que este síndrome era de menor riesgo en los ancianos, con respecto a los sujetos de edad media. Como limitación de este estudio se ha de resaltar que se estudió la relación con respecto a los factores de riesgo basales y no con respecto a su evolución a lo largo del seguimiento.
El aumento de esperanza observado en los últimos años, hace necesario que proliferen estudios de este tipo, clásicamente llevados a cabo en población de edad media o ancianos de menor edad que los aquí representados, a fin de poder seguir basando muchas de nuestras decisiones en este grupo de edad, en mayores grados de evidencia científica y no en mera opinión de expertos.
Otro aspecto a discutir sería valorar si es posible incrementar de forma notable el número de estudios diagnósticos y evaluar la tolerancia al tratamiento que tendría este grupo de edad, pues parece ser limitada. Como señalan los autores de este trabajo, sería interesante poder llevar a cabo un estudio aleatorio para investigar la influencia de la CPAP sobre la incidencia de ictus.
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Munoz R, Duran-Cantolla J, Martínez-Vila E, Gallego J, Rubio R, Aizpuru F et al. Severe sleep apnea and risk of ischemic stroke in the elderly. Stroke 2006;37:2317-21[/su_note]