Rafael Marín 01/01/2012
Resumen:
Los autores de este artículo están preparando el manuscrito de la próxima edición (la tercera) de la Guía Europea de HTA y han considerado oportuno realizar algunas reflexiones sobre la nueva Guía británica NICE (National Institute for Health and Clinical Excellence) de HTA publicada en Agosto 2011 (BMJ 2011; 343: d4891 y, en esta misma sección, los comentarios de M de la Figuera M el 11/11/20111).
La solidez de sus matizaciones está avalada por su decisiva contribución en el desarrollo de las Guías previas sobre hipertensión de la OMS, de las dos ediciones anteriores de la Guía Europea de HTA (2003 y 2007), así como de la Actualización del año 2009.
En su preámbulo destacan el enorme y meritorio esfuerzo de los autores de la Guía NICE por conjugar las evidencias disponibles con el propósito de mostrar un documento práctico y sencillo. Sin embargo, estiman que algunas aportaciones, quizá las más originales, no están bien fundamentadas. En concreto, discrepan de la necesidad de utilizar la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) para diagnosticar la HTA. También de haber separado los diuréticos del primer escalón terapéutico y de preferir la clortalidona o la indapamida a la hidroclorotiazida (HCTZ).
Se describen a continuación los argumentos más destacados.
Comentario:
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La conclusión de esta visión crítica es que el intento de simplificar las pautas diagnósticas y terapéuticas en una Guía de HTA no debe ser contrapuesto con la necesidad de que las propuestas se basen en evidencias basadas en estudios randomizados. Los autores británicos emiten recomendaciones que se basan más bien en opiniones del grupo de expertos que las han redactado. Sin duda tienen una amplia y reconocida trayectoria científica, pero las opiniones de expertos de otros países pueden ser diferentes y al final se corre el peligro de crear confusión en los médicos a los que se pretende instruir.
En el conjunto de las Guías sobre Enfermedad CV esta posición no es una novedad. Las evidencias de grado A sólo llegan al 11 % (Tricocci et al JAMA 2009). Es importante que la tanto la futura tercera edición de la Guía Europea de HTA como el JNC-8, de próxima publicación, fundamenten sus sugerencias en clases de recomendación IA o similares
[su_note note_color=»#f4f2b8″ text_color=»#5e5e5e»]Cita original:
Zanchetti A, Mancia G. Longing for clinical excellence: a critical outlook into the NICE recommendations on hypertension management – is nice always good? J Hypertens 2012; 30: 660-8[/su_note]